Una visita al Miami Children's Museum

Hace dos semanas atrás visitamos el Miami Children's Museum. Ambos habíamos ido anteriormente, pero esta fue la primera visita de Sebastián. Había tenido mis dudas para llevarlo porque pensaba que era muy pequeño y que no se lo disfrutaría. ¡Oh pero cuan equivocada estaba! Este niño gozó tanto que terminó rendido. Fue uno de esos días sin planes, de repente a Ajonel se le ocurrió la idea y arrancamos para el museo. Fuimos en día de semana pensando que no iban a haber tantos niños. Pero olvidé que estamos en verano, así que habían varios grupos de los campamentos. El problema es que todos eran mayores que Sebastián y al pobre se lo llevaban enrredao'. Pero eso no le impidió disfrutar en lo absoluto. Sebastián no sabía por donde empezar a jugar, su carita valía oro. Quería hacerlo todo a la vez, una y otra vez. ¡Tantas luces, texturas, formas. colores, sonidos, BOTONES! ¡Que maravilla descubrirlo todo nuevamente desde su perspectiva! Ver su reacción a cosas nuevas, que para nosotros son tan cotidianas. En algunas ocasiones su mirada era de asombro, él no podía creer que estábamos en lugar donde podía correr, tocar, trepar y explorar a sus anchas. ¡Vamos, no es que en casa no pueda hacerlo, pero hay ciertas cosas y momentos que que conllevan un pequeño no. 

En fin, la pasamos rico y creo que volveremos más seguido a llevarlo ya que la realidad todos salimos ganando en el paseo. Sebastián juega, brinca y se cansa; y mamá y papá hacen tremendo ejercicio corriendo detrás de él por el museo. O sea, ¿para qué ir al gimnasio si todos le sacamos provecho al museo del niño! :D 

Ya saben, si algún día me visitan y quieren ejercitarse un poco, nos vamos y nos damos la vuelta al museo con Sebastián...

¡Feliz Lunes!

P.S. Espero que la hayan pasado rico ayer en el Día de los Padres. 

^^ ¿Ven esa carita? ¡Es reflejo de pura diversión mezclada con agotamiento total! ;)

-Mel Reyes