Algunas veces al observarlo, veo en él tanto de mis hermanos. En otras ocasiones es PURO padre, y de vez en cuando, me veo a mí. Pero la mayoría de las veces lo veo a él, a Sebastián. Veo un niño alegre, seguro, ¡pícaro! Un niño que sonríe hasta con el alma. Un niño llevadero, curioso, divertido, inteligente, valiente, determinado, amoroso....
En este año Sebastián nos ha llenado de momentos de infinita alegría, aunque también nos ha causado preocupaciones y frustraciones. Nos ha enseñado demasiado acerca del mundo que nos rodea, de la vida, de las cosas importantes y las no tan importantes. Nos ha enseñado hasta de nosotros mismos. Nos ha retado, nos ha impulsado, nos ha hecho mejores. Sin duda ha sido, es y sigue siendo nuestro maestro de vida. Sebastián es el fruto de nuestro amor, ese ser maravilloso que se formó en mi panza... simplemente es nuestro.
Hoy celebramos su natalicio, pero también celebramos nuestro aniversario como padres. Celebro que hace un año me convertí en madre. Celebro que Sebastián unió mi vida a Ajonel de por vida, de una manera inmensa y profunda. Celebro los cambios que la maternidad ha traído a mi vida... a nuestra vida. Celebro el nuevo significado que la palabra familia tiene para nosotros. ¡Hoy celebramos! ¡Hoy estamos de fiesta!
¡Te amamos de una manera inexplicable! ¡Feliz Cumpleaños Sebastián!
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